Un asunto que lleva más de un mes de intensas polémicas, a partir del hecho de que la empresa de infraestructuras recibió jugosas sumas de dinero procedente del Estado.
También el tema se convirtió en manzana de la discordia entre la izquierda en el Ejecutivo y la oposición conservadora, especialmente el Partido Popular (PP), que se erige defensor del sector empresarial como proyección electoral.
Los accionistas de Ferrovial aprobaron este jueves trasladar su sede social a los Países Bajos, después de ser acusada por el jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, de poco patriótica.
Respondiendo al desafío a la administración, el presidente y máximo accionista de Ferrovial, Rafael del Pino, destacó la adopción de la medida que había sido adelantada varias semanas antes.
De esta forma, la filial neerlandesa absorberá a la matriz española. Confío en que se respetará la soberanía de la junta y que prevalecerá esta soberanía, dada la confianza que tenemos en la seguridad jurídica española y europea, comentó Del Pino.
En respuesta, la administración de Sánchez insistió en que seguirá trabajando ‘de manera constructiva con todas las empresas españolas para defender sus intereses e impulsar su expansión y crecimiento’.
Fuentes del Ministerio de Asuntos Económicos apuntaron que el Gobierno ‘trabaja para atraer inversión y favorecer que las empresas en España puedan crecer, crear empleo y acceder a los mercados financieros desde nuestro país en las mejores condiciones posibles’.
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