La proclamación fue anunciada la víspera en un comunicado de la Presidencia el cual especifica que el propósito es proporcionar al estado todos los medios necesarios para combatir el terrorismo en el país.
Aunque los detalles del plan elaborado por la junta militar burkinés, liderada por el capital Ibrahim Traore, trascendió que incluye la proclamación del estado de emergencia en las zonas en las cuales operan los movimientos islamistas afiliados a la red Al Qaeda y a Estado Islámico.
Tras un ataque de los islamistas la semana pasada a dos aldeas en el noreste del país, el ministro de Defensa burkiné, coronel Kassoum Coulibaly, sentenció que ante las amenazas a la seguridad nacional la salud del país depende en “el resurgimiento del espíritu nacional para encontrar una solución”.
Al presente el mando del Ejército trabaja en el reclutamiento de cinco mil soldados para enviarlos a las zonas de combate con los grupos islamistas establecidos en el país desde 2015 y en plena ofensiva para abrirse paso hacia estado del occidente africano donde no han logrado establecerse.
Los choques entre el Ejército y los islamistas en este país han causado alrededor de 10 mil muertes y el desplazamiento interno de por lo menos dos millones de personas, según estadísticas de organizaciones humanitarias.
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