En un partido interrumpido durante una hora y 45 minutos por la lluvia, Rublev logró dos puntos por directo frente a cinco de su rival, cometió tres dobles faltas frente a seis de Fritz y tuvo una efectividad del 56 con el primer servicio, algo superior al 49 del norteamericano.
Además, ganó el 56 por ciento de los tantos con el segundo saque, mejor al 40 del derrotado, y concretó ocho quiebres en 21 oportunidades por cinco del estadounidense en ocho ocasiones.
«La lluvia, el viento, el frío… Pese a todo hemos jugado un buen tenis, con un buen partido», afirmó Rublev, quien había perdido sus tres últimos duelos frente a Fritz, todos en superficie dura.
Rublev ya fue finalista en la tierra batida monegasca en 2021, pero cayó entonces en el partido decisivo contra el griego Stefanos Tsitsipas, actual número tres del ranking y doblegado por Fritz el viernes.
El estadounidense, de esta manera, se quedó sin la posibilidad de convertirse en el primer tenista de su país en ganar el cetro en Montecarlo.
En la segunda semifinal, también interrumpida por la inclemencia del tiempo, el noruego Holger Rune aventajó al italiano Jannik Sinner por 1-6, 7-5 y 7-5, en un duelo entre dos de los tenistas, junto al español Carlos Alcaraz, llamados a tomar el relevo del suizo Roger Federer, el español Rafael Nadal y el serbio Novak Djokovic.
Esta será la segunda final de un Masters mil para Rune, ganador el pasado año en París-Bercy, pero en superficie dura y bajo techo y contra la primera raqueta del orbe, Djokovic.
lam/am