De acuerdo con el Gun Violence Archive (Archivo de la Violencia Armada) hasta el 15 de abril se registraron 157 de estos incidentes, entre los últimos aparecen el ocurrido la noche del viernes en Kansas City (Misuri) que dejó un hombre muerto y otras cuatro personas heridas, de ellas una niña menor de cinco años.
El pasado 10 de abril un joven de 23 años, identificado como Connor Sturgeon, abrió fuego en un banco de Kentucky causando cuatro víctimas fatales.
Una vez más nuestra nación está de luto tras un acto de violencia armada sin sentido, expresó el presidente estadounidense, Joe Biden, al lamentar el suceso trágico acontecido en un banco del centro de la ciudad Louisville.
El hecho tuvo lugar unos días después de otra matanza, pero con escenario en una escuela primaria cristiana de Nashville, Tennessee, donde también un tirador joven ocasionó la muerte a seis personas, de ellas tres niños de nueve años.
¿Cuántos más deben morir para que los republicanos del Congreso actúen para proteger a nuestras comunidades?, preguntó Biden, según reseñó un comunicado.
Es inconcebible, es imprudente, y demasiados estadounidenses lo están pagando con sus vidas, admitió el gobernante demócrata.
Una encuesta de Kaiser Family Foundation (KFF) reveló que la preocupación y el miedo por la violencia armada son generalizados en Estados Unidos, pues la mayoría de las familias fueron afectadas por un incidente relacionado con esos artefactos.
Las estadísticas muestran que uno de cada cinco adultos ha tenido un allegado muerto por un arma, incluso en homicidio y suicidio, reportó la cadena CNN al advertir que estas tendencias letales son parte de una epidemia de violencia que vive el país.
Casi 49 mil personas fallecieron aquí en conexión con armas de fuego en 2021, indicaron los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Los números representan un aumento sin precedentes de alrededor del 23 por ciento, en especial durante 24 meses de la pandemia de la Covid-19.
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