Desde la ventana de su estudio en el Palacio Apostólico Vaticano, el Sumo Pontífice manifestó ante los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro que “estoy cerca del pueblo sudanés, ya tan probado, y lo invito a rezar para que deponga las armas y prevalezca el diálogo, para que juntos retomemos el camino de la paz”.
Esa nación africana enfrenta un complejo escenario, debido a los enfrentamientos entre el Ejército y efectivos de las denominadas Fuerzas de Despliegue Rápido, con un saldo hasta el momento de al menos 56 muertos y casi 600 heridos.
De acuerdo con recientes partes militares, los combates continuaron desde esta mañana en las inmediaciones del cuartel general de las Fuerzas Armadas, en el centro de Jartum, capital del país.
“Desafortunadamente, en marcado contraste con el mensaje de Pascua, las guerras continúan y continúan sembrando la muerte de manera espantosa. ¡Lamentémonos por estas atrocidades y oremos por sus víctimas!”, manifestó Francisco, quien reiteró además su llamado al cese del actual conflicto entre Ucrania y Rusia.
El pasado 9 de abril, durante la celebración del Domingo de Pascua, el Papa exhortó “a superar los conflictos y las divisiones, y a abrir nuestros corazones a quien más lo necesita”.
“Apresurémonos a recorrer senderos de paz y de fraternidad”, dijo, y demandó que la comunidad internacional se esfuerce por poner fin al conflicto en Ucrania, y todos los que ensangrientan al mundo, “comenzando por Siria, que aún espera la paz”.
Apeló a que “se busque siempre y solamente el bien común de los ciudadanos, se garantice la seguridad y las condiciones necesarias para el diálogo y la convivencia pacífica” y, a tal fin, el Pontífice pidió que “obtengamos hoy la fuerza para perseverar en el bien, hacia el encuentro del bien, que no defrauda”.
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