En su intervención, el mandatario señaló que la criminalidad ha aumentado en el territorio nacional porque los grupos delincuenciales organizados ya no tienen drogas para comerciar y entonces cometen otros delitos.
Su comentario generó críticas en las redes sociales, donde los usuarios pusieron en duda esa afirmación en medio de la crisis de inseguridad con cada vez más robos, asaltos, asesinatos, extorsiones, secuestros, entre otros crímenes.
El gobernante, que está en medio de un proceso de juicio político, también declaró que en estos momentos no existen los 92 votos al interno de la Asamblea Nacional (Parlamento) para destituirlo por el presunto delito de peculado (malversación).
También consideró que la democracia está en riesgo porque la oposición no reconoce los logros de su Gobierno.
En respuesta hubo quien recordó cómo en los dos últimos años 195 mil niños dejaron los estudios, los homicidios superan la tasa de 25 por cada 100 mil habitantes, las cifras de emigrados aumentan a diario, entre otras problemáticas.
Al ser preguntado sobre la posibilidad de decretar la herramienta constitucional conocida como muerte cruzada como forma de disolver la Asamblea y convocar a nuevas elecciones, el jefe del Ejecutivo no descartó esa posibilidad.
Advirtió que la decisión la tomará luego de presentar sus alegatos de defensa en el juicio político en su contra.
Los ecuatorianos saben que con un cambio de presidente no se van a resolver los problemas, opinó el mandatario, cuya gestión tiene un rechazo de alrededor del 90 por ciento de la población, según las encuestas.
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