Un reciente informe del Erfen detalló que se ha observado un calentamiento anómalo en el mar ecuatoriano y frente a la costa norte de Perú, registrándose una temperatura oceánica entre 27 y 29 °C, las cuales son hasta 1.5 °C superiores a la normal.
Asimismo, el Instituto Oceanográfico y Antártico de la Armada del Ecuador (Inocar) explicó que el Pacífico Ecuatorial ha evolucionado rápidamente hacia condiciones cálidas y de continuar ese escenario la estación de lluvias se extenderá en la zona costera del país andino a partir del segundo semestre de este año.
De acuerdo con el Inocar, El Niño está producido por un calentamiento del Océano Pacífico cada tres o siete años y esta masa de agua caliente hace que los vientos alisios se debiliten o cambien de dirección.
Entretanto, el Instituto de Meteorología e Hidrología de la nación sudamericana (Inamhi) pronosticó que las lluvias en los próximos días se sentirán con mayor fuerza en la Costa, donde hay al menos 13 cantones con afectaciones severas por el invierno.
El Municipio de Guayaquil, en la provincia de Guayas, anunció que mantienen activo un plan de contingencia y mitigación ante las fuertes lluvias.
Guayaquil ha experimentado precipitaciones cercanas a los récords históricos en las últimas semanas, según reportes del Inamhi.
Medios locales reflejaron este miércoles que las malas condiciones del clima afectan hoy al sector agrícola cuyas pérdidas podrían alcanzar los 200 millones de dólares.
Al menos 16 mil hectáreas de cultivos han sido destruidas en 13 provincias del país andino, con más incidencia en la región costera.
En el litoral ecuatoriano, los productores de arroz, banano y cacao han sufrido el mayor impacto de las precipitaciones con pérdidas económicas estimadas en 180 millones de dólares, de acuerdo con un reporte del canal Ecuavisa.
Mientras tanto, en la sierra central, los productores de choclo (maíz tierno), papa, cebolla y frutilla han perdido al menos 20 millones de dólares.
El Inamhi indicó a través de su cuenta en Twitter que el deterioro del clima aumenta la preocupación por el impacto que esto pueda tener en los cultivos y la economía del país en general.
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