El presunto culpable de esta divulgación de docenas de pliegos secretos es Jack Teixeira, un joven ciberespecialista militar de 21 años y miembro de la Guardia Nacional.
Su identidad se descubrió rápidamente a raíz de un artículo que publicó The New York Times en el que se advertía sobre los documentos, así como su difusión en los principales sitios digitales.
Teixeira compareció ante el Tribunal del distrito de Massachusetts, en Boston, pero no se declaró culpable de las acusaciones. Solo las imputaciones relacionadas con la Ley de Espionaje podrían acarrearle hasta 10 años de prisión por cada archivo destapado.
Los cargos en virtud de esa ley incluyen los de apropiación y copia de información de defensa nacional, así como una disposición de la normativa por transmitir voluntariamente datos que podrían utilizarse “en perjuicio de Estados Unidos o en beneficio de cualquier nación extranjera”.
Según los informes, los documentos —que se remontaban a febrero— estuvieron filtrándose en el grupo de chat nombrado Thug Shaker Central antes de extenderse a otras páginas de medios sociales.
La acusación reveló que uno de los textos publicados “describía el estado del conflicto entre Rusia y Ucrania, incluidos los movimientos de tropas en una fecha particular”.
El Gobierno confirmó que el material en cuestión está clasificado al más alto nivel, de acuerdo con la denuncia.
La fuga de estos secretos capta la atención de la opinión pública y muchos se preguntan cómo Teixeira tendría acceso a una gama tan amplia de archivos, entre ellos los preparados para altos mandos del Pentágono.
El presidente Joe Biden al referirse al tema dijo que estaba “preocupado” por la divulgación, que deja en evidencia el rol de Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en el conflicto de Ucrania, pero también saca a la luz detalles como el espionaje de Washington a Israel o Corea del Sur.
Vale recordar que, aunque esta es una de las mayores filtraciones de documentos en una década, no es la primera vez que sucede.
Grandes e históricas fugas estremecieron a Estados Unidos, como los denominados Papeles del Pentágono, en 1971; el escándalo del Watergate, en 1974; las revelaciones de Chelsea Elizabeth Manning, en 2010, acerca de miles de textos relacionados con las guerras de Estados Unidos en Afganistán e Iraq, y las del analista de inteligencia Edward Snowden, en 2013, cuando puso al descubierto un programa de vigilancia de la Agencia de Seguridad Nacional.
(Tomado de Orbe)