El vicepresidente Félix Ulloa dice que no habrá reelección sino un “segundo mandato”. “Se trata de un segundo mandato, porque hay una cierta confusión cuando se habla de la reelección inmediata que está prohibida por la Constitución”, dijo.
“Lo que es el segundo mandato que sí está regulado por la Constitución, entonces el presidente ya anunció su decisión de presentarse para competir por un segundo mandato”, apuntó.
Mientras durante el fin de semana, el presidente de la Asamblea Legislativa, Ernesto Castro, y parlamentarios de Nuevas Ideas participaron en un acto en Nueva York, Estados Unidos, donde la palabra más escuchada fue apoyo a la reelección de Bukele.
Durante el encuentro, en un video compartido en redes sociales se escucha cómo los asistentes pidieron la «reelección» del presidente Bukele, tras las ya conocidas intenciones del mandatario por presentarse como candidato en los siguientes comicios presidenciales.
Hoy muchos se preguntan qué es lo que ocurrirá, si reelección o segundo mandato, o lo que es lo mismo, las interpretaciones antojadizas que dicen los voceros gubernamentales para adornar la violación de al menos cinco artículos que prohíben la continuidad.
El economista César Villalona dijo a Prensa Latina que las argumentaciones de Ulloa constituyen «tremendo desacierto» cuando admite que la reelección está prohibida en la Constitución, pero aseguró que lo que Bukele buscará es un segundo mandato.
La posibilidad de tener un segundo mandato en El Salvador fue reconocida mediante sentencia de la Sala de lo Constitucional, que resolvió que una persona que hubiera detentado el cargo de presidente de la República debía esperar 10 años para volver a ocupar el cargo, plazo que no ha transcurrido puesto que Bukele es aun presidente.
Esa decisión de la Sala de lo Constitucional ocurrió luego de que Elías Antonio Saca (presidente en el quinquenio 2004-2009) intentara volver al poder y participara en la elección para el período 2014-2019.
El tema vuelve a la palestra luego de un periodo de calma, pero deben aumentar las contradicciones cuando, según el propio Ulloa, el presidente debe renunciar al menos seis meses antes de finalizar su período presidencial para poder competir.
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