Durante un mitin popular en Jezzine, el general enfatizó que la mayoría de las naciones europeas no quieren devolver a los desplazados sirios a su tierra.
En ese sentido, el exmandatario subrayó que el proceso de integración de los sirios en el pueblo libanés constituye un asunto peligroso, a la luz del deterioro de las condiciones económicas.
Apuntó que durante su mandato 500 mil sirios retornaron al vecino país mediante acuerdos con el gobierno de Damasco.
En el propio acto, el jefe de la Corriente Patriótica Libre, Gebran Bassil, llamó a beneficiarse del entendimiento Arabia Saudita-Irán-Siria para garantizar un retorno digno y seguro de los desplazados.
Sobre este tema, insistió en la necesidad de la reconstrucción de ambos países sin crear una nueva lucha entre libaneses y sirios, cuyo resultado es servir al proyecto divisional y racista.
A propósito del tema, el titular de Asuntos Sociales en el gobierno interino, Héctor Hajjar, confirmó que el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) se comprometió a entregar los datos de los desplazados sirios al estado libanés en un plazo máximo de dos días.
Esta semana en reunión del gabinete, el ministro apuntó que 37 mil sirios ingresaron a su país durante el período de Eid al-Fitr (celebración por Fin de Ramadán) y luego volvieron al Líbano después de las vacaciones, lo que les niega el estatus de desplazados.
De esta manera, la autoridad indicó que el estado de persona desplazada se revoca al abandonar la nación y como medida los servicios de seguridad impedirán la entrada ilegal al territorio libanés.
Según datos de Acnur, aproximadamente 1,5 millones de sirios residen en suelo libanés, de los cuales cerca de 900 mil están registrados y la mayoría presentan dificultades para pagar la electricidad, el agua, la educación, la salud y la alimentación.
La propia entidad reflejó que nueve de cada 10 refugiados de Siria viven en la extrema pobreza en diferentes comunidades de acogida en Líbano.
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