Disponer de agua limpia es imprescindible para la salud y para el medio ambiente, pero dista mucho de estar al alcance de todos, ya que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) hay más de dos mil millones de personas con acceso limitado o nulo.
Ese reto mundial es el tema central de un grupo de investigación de la Universidad Tecnológica de Chalmers, Suecia, que desarrolló un método para eliminar fácilmente los contaminantes del agua.
Los expertos estudiaron los nanocristales de celulosa, y sus posibilidades de purificación del preciado líquido, pues esas minúsculas nanopartículas tienen una extraordinaria capacidad de adsorción (capacidad de retener un fluido en la superficie, frente a la absorción, que se produce en todo el volumen del absorbente).
En el estudio, publicado recientemente en la revista científica Industrial & Engineering Chemistry Research, los investigadores muestran cómo se pueden filtrar los tintes tóxicos de las aguas residuales utilizando este material de celulosa.
La investigación se llevó a cabo en colaboración con el Instituto Nacional de Tecnología Malaviya de Jaipur (India), donde la presencia de tintes contaminantes de la industria textil en las aguas residuales es un problema muy extendido.
Con la nueva tecnología el tratamiento no requiere presión ni calor, y utiliza la luz solar como catalizador, la cual facilita la descomposición rápida y eficaz de los contaminantes.
De acuerdo con sus creadores es un sistema rentable y sencillo de montar y utilizar, y podría ser muy beneficioso en países que actualmente tienen un tratamiento del agua deficiente o inexistente.
La India es uno de los países asiáticos con mayor producción textil, donde cada año se vierten grandes cantidades de tintes en lagos, ríos y arroyos, cuyas consecuencias para el ser humano y el medio ambiente son graves.
Los contaminantes del líquido contienen tintes y metales pesados y pueden causar daños en la piel con el contacto directo, y aumentar el riesgo de cáncer y perjudicar los órganos cuando entran en la cadena alimentaria.
Además, la naturaleza se ve afectada por la alteración de la fotosíntesis y el crecimiento de las plantas.
Hasta ahora, las pruebas de laboratorio con aguas industriales en ese país han demostrado que con el nuevo método se elimina más del 80 por ciento de los contaminantes procedentes de tintes, procedimiento que podría aplicarse para el cromo hexavalente tóxico, habitual en las aguas residuales de las industrias minera, del cuero y del metal.
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