El comunicado publicado en el sitio oficial de esa cartera precisa que, por orden del presidente Vladimir Putin, se evacuó de la República de Sudán a los empleados de la misión diplomática rusa, a sus familiares y a otros ciudadanos de la Comunidad de Estados Independientes.
Según el Ministerio de Defensa, cuatro aviones IL-76 fueron empleados para la evacuación de personas y carga desde Jartum hacia Moscú.
Desde el 15 de abril, ese país africano es escenario de enfrentamientos entre las Fuerzas Armadas, lideradas por el general Abdel Fattah al Burhan, presidente del Consejo Soberano de Transición de Sudán, y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF por sus siglas en ingles), del general Mohamed Hamdan Dagalo.
Las hostilidades estallaron tras el aumento de las tensiones en torno a la integración de las RSF al ejército regular, condición clave de un acuerdo firmado en diciembre para reiniciar la transición y formar un nuevo gobierno civil.
Ambos militares fueron protagonistas del golpe de Estado en 2019 contra el presidente Omar Al-Bashir y de otro en octubre de 2021 que derrocó al entonces primer ministro Abdalá Hamdok.
Analistas aseguran que las fuerzas contendientes están atrapadas en un punto muerto, pues carecen del respaldo para gobernar a solas, en tanto comienzan a salir a la luz otros intereses geopolíticos que alimentan el conflicto.
Iguamente advierten sobre la posibilidad de que se desestabilicen países vecinos como Chad, la República Centroafricana, Libia y Sudán del Sur, naciones que en mayor o menor grado son escenarios de conflictos armados.
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