Esa suma llevó el débito a 25 mil 709 millones, su tope más alto desde hace 20 años, y que entidades como el Fondo Monetario Internacional (FMI) estiman que es insostenible si no se siguen recetas que ofrecen ellos para “sanear” las economías a costa de más carencias para la población.
Los datos suministrados por el BCR certifican un crecimiento sostenido de la deuda y según sus datos el endeudamiento desde marzo de 2019 a marzo pasado subió seis mil 426 millones de dólares de los que mil 069 millones fueron de marzo 2022 a marzo pasado.
En marzo de 2022 el monto de la deuda representaba casi el 80 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del país.
Por otra parte el portal de Transparencia Fiscal del Ministerio de Hacienda divulgó que la deuda interna del Sector Público No Financiero llegó a cuatro mil 259.2 millones al cierre del año pasado, o sea 796.3 millones más que al cierre de 2021.
Algunas fuentes califican de crítica la situación por la falta de acceso del país a nuevo financiamiento y a los mercados internacionales, pese a que está en proceso una dilatada negociación con el FMI, para muchos uno de los principales usureros en las finanzas mundiales.
Una misión del FMI que evaluó la economía local y cuyo informe el gobierno prohibió hacer público, sugirió el desarrollo de un plan fiscal y de financiamiento completo y ambicioso, destinado a reconducir la deuda a una senda sostenible y a facilitar el acceso al mercado internacional de capitales.
Probable que las acciones sugeridas por el ente marquen el acceso a los mercados pero impliquen más penurias para la población salvadoreña, según economistas que critican los planes económicos del gobierno.
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