El partido Fidesz, del primer ministro, Viktor Orban, hizo valer su amplia mayoría en el parlamento unicameral y sacó adelante la nueva normativa para beneplácito de la Comisión Europea, que lleva meses exigiendo tales cambios y a ahora Hungría podrá acceder a unos 13 millones de euros pendientes desde el pasado año.
La normativa limita el margen del Gobierno para cuestionar al Tribunal Constitucional, favorece el reparto aleatorio de casos entre los magistrados y refuerza el papel supervisor de un consejo de jueces.
El ente comunitario cuestionó desde hace meses la promulgación de varias legislaciones nacionales por considerarlas lesivas a la libertad de acción y decisión de las autoridades judiciales.
La víspera el comisario de Presupuesto europeo, Johannes Hahn, se reunió con Orban y otros miembros de su Gobierno dentro de una gira por distintas capitales.
El Ejecutivo comunitario cuestionó en su momento otras leyes impulsadas por en primer ministro en el ámbito de la corrupción o la educación.
Esas prácticas elevaron la tensión entre Bruselas y Budapest, que acusa a las autoridades de la UE de entrometerse en cuestiones internas.
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