Quiero decir una vez más que Italia es un socio esencial para Francia, que nuestra relación está basada en el respeto mutuo y que privilegiamos la concertación para seguir trabajando juntos, dijo en esta capital a la prensa, en el contexto de una reunión con su par belga, Alexander De Croo.
Borne se sumó a la lista de altos funcionarios que en la últimas horas trataron de ejercer un control de daños, entre ellos la canciller Catherine Colonna y los titulares de Cuentas Públicas, Gabriel Attal, y Justicia, Éric Dupond-Moretti.
Ayer en la mañana, Darmanin acusó a la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, de ser “incapaz de resolver los problemas migratorios” en el Mediterráneo central, lo cual se traduce en la entrada ilegal a Francia de miles de personas, incluyendo a menores de edad.
El ministro del Interior fue aún más allá, con su comentario de que Meloni es como Marine Le Pen, la líder de la extrema derecha francesa.
“Madame Meloni, un gobierno de extrema derecha escogido por los amigos de madame Le Pen, es incapaz de resolver los problemas migratorios que llevaron a su elección”, advirtió.
El gobierno italiano reaccionó de inmediato, tildó de inaceptables los comentarios y el canciller Antonio Tajani anuló su visita a suelo galo.
Tajani exigió hoy las excusas de París por los “insultos gratuitos y vulgares” de Darmanin a un país amigo y aliado.
Según el gobierno italiano, en lo que va de año más de 40 mil personas llegaron a sus costas por el Mediterráneo, cifra que multiplica por cuatro la reportada en idéntico período del 2022.
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