Pese a aseguramiento del ministerio de Seguridad sobre la autorización para las protestas organizadas por el partido antimonárquico Republic, la policía detuvo ayer al máximo dirigente de esa organización, Graham Smith, junto a otras cinco personas.
La secretaria de Cultura Lucy Frazer se refirió en declaraciones a la cadena de radio y televisión británica BBC a la difícil decisión de la policía al efectuar los arrestos, para lo cual tuvieron en cuenta un momento especial como el de la coronación.
No existe el derecho a la protesta pacífica en el Reino Unido, consideró Smith, luego de ser retenido por 16 horas en una comisaría.
Frazer reconoció que es realmente importante el derecho de las personas a protestar, sin embargo, estimó que los participantes en las manifestaciones cambian ahora sus métodos.
Para justificar la actuación policial, criticada aquí por grupos de derechos humanos, la titular de Cultura opinó que los agentes del orden debían impedir que se entorpeciera la rutina diaria de los ciudadanos británicos.
Un comunicado de Scotland Yard señala que las detenciones se realizaron a personas bajo sospecha de refriega, ofensas al orden público, ruptura de la tranquilidad y de conspiración para provocar molestias públicas durante la coronación.
Cientos de seguidores de Republic se concentraron la víspera en la Plaza Trafalgar vestidos de amarillo y con consignas como “Abajo la corona” o “No es mi rey” para protestar durante el paso del cortejo real de camino del Palacio de Buckingham a la Abadía de Westminster.
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