Guerra, acompañado de la 4.40, puso al tope el escenario del Estadio Cuscatlán donde en una noche cargada de ritmos “de bachata, romance y mucho baile” puso a bailar a los salvadoreños, según reseña en el diario La Prensa Gráfica.
El intérprete de “La Bilirrubina” se presentó aquí como parte de su gira “Entre Mar y Palmeras” con la cual promueve su álbum más reciente, que lleva el mismo nombre.
“Buenas noches El Salvador. Gran placer estar con ustedes, que disfruten de este Entre Mar y Palmeras”, dijo en su primer saludo al público salvadoreño. De inmediato interpretó “Cómo tú», seguido de la exitosa canción “La llave de mi corazón”.
Sus temas que celebran la vida y el amor fueron bailados y coreados por cientos de salvadoreños que disfrutaron del show del dominicano, que se acompañó de 4.40 para la combinación perfecta de diferentes ritmos.
Luego de repasar éxitos de siempre como “Estrellitas y duendes”, “Hormiguita”, “Bachata En Fukuoka”, “Que me des tu cariño”, “Mi bendición” “Frío, frío”, “Burbujas de amor”, entre otros, Guerra cerró su presentación con “La Bilirrubina”, tema con el que dijo adiós y hasta pronto a El Salvador.
Mientras más alejado de este escenario, en el Teatro Nacional la pianista Marina Kosterina y el flautista Viktor Khotulev, ambos rusos, desplegaron virtuosismo al interpretar obras de Rajmáninov como parte de las celebraciones por el 150 aniversario de su nacimiento.
La Orquesta Sinfónica de El Salvador acompaño a los solistas en sus muy aplaudidas interpretaciones de obras clásicas para piano y orquesta, y para flauta y orquesta, donde se evidenció el virtuosismo como compositor del maestro ruso.
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