Alrededor de 300 migrantes están cerca de la línea limítrofe, la mayoría de ellos de nacionalidad colombiana y ecuatoriana, advirtieron autoridades en uno de los principales pasos fronterizos.
El domingo 115 venezolanos partieron desde la ciudad chilena de Arica, pero hubo algunos impedidos de abordar la aeronave porque su familia está formada por miembros de otros países.
Algunos de los niños ubicados en la zona nacieron en territorio chileno y por lo tanto les corresponde esta nacionalidad, y en ocasiones sus padres también son de diferente origen, lo cual complica las tareas de repatriación.
La crisis comenzó hace unos 20 días cuando grupos de migrantes trataron de salir de Chile, donde se endurecieron las medidas en su contra, pero no pudieron ingresar a Perú y están ahora en una especie de tierra de nadie.
La Cancillería mantiene conversaciones con gobiernos vecinos para hallar soluciones al problema, entre ellas la creación de corredores terrestres o vuelos como el financiado por Venezuela, el cual forma parte del Plan Vuelta a la Patria para garantizar el retorno voluntario y seguro de sus connacionales.
Si bien se llevan a cabo acciones humanitarias, como la distribución de alimentos y útiles de aseo, la situación es difícil para cientos de personas, entre ellas menores de edad, mujeres embarazadas o adultos mayores.
Esa zona geográfica se caracteriza por alcanzar elevadas temperaturas durante el día, pero en las noches el frío es intenso y la mayor parte duerme a la intemperie.
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