El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá están en riesgo de sufrir un gran salto en temperatura, ya que los récords actuales se ubican bastante por debajo del máximo estadístico, valoró la víspera un artículo de opinión publicado en BBC Mundo y que inicialmente salió en The Conversation.
Suscrito por Nicholas Leach, investigador posdoctoral en Ciencia del Clima de la Universidad de Oxford, Reino Unido, el escrito coincide, en parte, con lo que sucede en la actualidad en el llamado Pulgarcito de las Américas, donde el calor llegó para romper y establecer récords.
Estimados y registros del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Marn) dan fe de que las temperaturas son alarmantes con promedios de hasta 41 grados centígrados en algunos sitios, y récord como el de San Miguel, en el oriente, donde las agujas arcaron 42,4 grados.
El diario La Prensa Gráfica publicó este lunes que “el cielo se presentará medio nublado, sin precipitaciones sobre el país. El ambiente se percibirá brumoso y cálido, con temperaturas que rondarán entre 36 °C a 41 °C”, según Marn.
El pasado 5 de mayo, la entidad informó que en su estación meteorológica en el Lago de Güija se registró la temperatura máxima de 40.8° Celsius, “superando el récord histórico del mes de mayo para dicha estación registrado en el año 2016 de 40.2 Celsius”.
El artículo de Leach es como para alarmarse cuando plantea que identificaron una serie de regiones que no experimentaron calor particularmente extremo a lo largo de las últimas seis décadas (en relación con su clima «esperado»).
Como resultado, estas áreas tienen más probabilidad de ver un evento que sobrepase los récords en el futuro cercano, por lo que cabría preguntarse si llegó la hora de los centroamericanos.
Y, sin tener la experiencia de estos eventos atípicos, y con menos incentivos para prepararse para uno, podrían quedar particularmente perjudicadas por una ola de calor sin precedentes, alertó la publicación.
El artículo puntualizó que “las regiones que consideramos que están en riesgo incluyen Afganistán, varios países en Centroamérica, y el extremo oriente de Rusia, entre otros”.
Asimismo advirtió que las autoridades en todo el mundo deberían prepararse para olas de calor excepcionales que podrían ser consideradas inverosímiles basadas en los registros actuales.
Puntualizó el experto que es de “importancia especial” que estas regiones se preparen para recibir olas de calor más intensas de las que ya vivieron.
Las previsiones y la realidad, sin llegar aún a la alarma, indican que el ingreso de polvo del desierto del Sahara desde el domingo hasta el miércoles 10 de mayo en bajas concentraciones pudiera abrir la caldera y disparar más la canícula, en El Salvador y sus vecinos.
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