Esa iniciativa recibió el apoyo de 518 eurodiputados, el voto en contra de 59 y 31 abstenciones; luego la Eurocámara nombrará un equipo negociador y someterá a sufragio del plenario el proyecto de ley, durante la próxima sesión prevista para finales de este mes.
Posteriormente, comenzarán los intercambios con el Consejo, conformado por los Estados miembros para el alcance de un acuerdo político que los parlamentarios aprobarán o no en julio venidero.
Todo ese proceso busca la reducción de los plazos para la puesta en marcha del plan de ayudas presentado por la Comisión Europea, destinado al ingreso del sector de la defensa en modo de economía de guerra y contribuya con la nueva situación de seguridad en la región.
Sumado a ello, Bruselas procura que la inversión sirva como incentivo para las empresas del sector armamentístico en el reforzamiento de la capacidad de producción y financiamiento en su cadena de suministros con el objetivo de disminuir el tiempo de entrega de los pedidos.
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