Según la responsable del grupo de trabajo de economía inclusiva, Galina Volkova, las nuevas zapatillas son fabricados a partir de botellas de plástico que no se pueden utilizar para alimentos, pero si para confeccionar materiales no tejidos, como la llamada eco-lana.
Volkova precisó que para fabricar un par de zapatillas se requieren 14 botellas de plástico, y este primer año se planean producir 20 mil pares de esos calzados.
“La colección incluye diferentes tipos de zapatos, como botines, botas, pantuflas. Su peculiaridad radica en los materiales. Utiliza fieltro artificial con plástico reciclado, sin embargo, debido a las partes intermedias e internas, el pie aún puede respirar, precisó la especialista.
Además del respeto por el medio ambiente, los desarrolladores rusos también están interesados en la capacidad de fabricación, por ello inventaron unas zapatillas con calefacción, refrigeración y masaje, controlados a través de un teléfono inteligente.
El comprador puede controlar las funciones de las zapatillas directamente desde su teléfono inteligente, a través de una aplicación especial. Una batería de dos mil 200 miliamperios está instalada en la suela.
Esto, según los desarrolladores, proporcionará hasta tres días de uso activo, a pesar de que solo dos horas son suficientes para una carga completa. El prototipo se mostró bien y los creadores ya están planeando la producción en masa.
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