En un comunicado, la empresa informó que el consorcio Metro Medellín-Transdev, compañía contratada para administrar el sistema, decidió detener la atención a los clientes de forma unilateral y sin previo aviso.
Esta situación es inaceptable y esperamos retomar la prestación del servicio una vez solventados los inconvenientes con la empresa operadora, señaló el texto, que califica al metro como el proyecto de su tipo más importante y emblemático de Quito y del país.
Desde el pasado 2 de mayo comenzaron las operaciones comerciales, pero con muchas dificultades debido a la demora para la venta de los boletos y otros inconvenientes.
Aun así, más de 25 mil personas utilizaban los trenes diariamente para su movilización dentro de la capital ecuatoriana.
En medio de las dificultades para la movilidad en la ciudad, los habitantes de Quito mantienen sus esperanzas en ese medio de transporte, cuya edificación comenzó hace 12 años y ha tenido múltiples tropiezos, que una y otra vez provocan afectaciones en su funcionamiento.
La construcción del Metro de Quito costó más de dos mil millones de dólares e incluye un recorrido de aproximadamente 34 minutos desde la primera hasta la última estación.
En un futuro, si se normaliza el servicio, hasta mil 230 pasajeros podrán viajar en cada uno de los 18 trenes que conforman el sistema.
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