De acuerdo con un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores, la diplomática conversó con Victoria Nuland, subsecretaria de Estado para Asuntos Políticos, para unir esfuerzos por un abordaje ordenado, seguro y humanitario de la migración.
A pocas hora de que este jueves Washington levantara las restricciones por la Covid-19, conocidas como Título 42, Tewaney acompañada por el ministro de Seguridad, Juan Manuel Pino, también sostuvo conversaciones con congresistas como María Salazar y Joaquín Castro, con el propósito de seguir sumando aliados en la gestión de la crisis migratoria.
Salazar coincidió en que el Tapón del Darién, en la frontera con Colombia, no es una ruta segura para el paso de viajeros ilegales migrantes, y mostró su apoyo e interés en el enfoque humanitario, ambiental, de paz y seguridad con el que Panamá atiende la situación migratoria, según la nota.
El martes la delegación intercambió sobre este mismo tema con el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas.
Datos del Servicio Nacional de Migración señalan que solo en los primeros cuatro meses de este año más de 127 mil migrantes con rumbo a Estados Unidos llegaron a Panamá tras cruzar la jungla, un número seis veces superior al mismo periodo de 2022, que cerró con la cifra récord de más de 248 mil personas en tránsito por esa zona.
El número de caminantes que cruza la selva de Darién se disparó en abril y principios de mayo, según datos del Gobierno, lo que supone un golpe a los esfuerzos de la Casa Blanca por frenar la migración indocumentada hacia el norteño país.
Durante los primeros nueve días de mayo pasaron por el territorio 16 mil 246 migrantes, lo que supera el total de ese mes el año pasado.
Estados Unidos, Panamá y Colombia anunciaron el 11 de abril en esta capital una campaña de dos meses para hacer frente a la migración irregular a través de la región selvática, que incluía zonas de control para enfrentar el crimen organizado y la trata de personas,
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