El estudio, realizado por varias organizaciones, mostró el impacto de la crisis económica en la adquisición de insumos y el bienestar mental, por ejemplo, uno de cada cuatro entrevistados «comenzó el día sin comer».
También evidenció cómo la actual situación tiene un impacto significativo en las metas de vida de las nuevas generaciones, pues superar el día a día es una prioridad.
No obstante, el informe refiere que los jóvenes muestran resiliencia y ambición respecto a su futuro, pero con bastante frecuencia quedan excluidos de escenarios imprescindibles y decisiones políticas asociadas directamente a su cotidianidad.
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