El dato indica un aumento de las muertes violentas de mujeres y niñas porque en igual momento del año pasado se contabilizaron 97 asesinatos por cuestiones de género, es decir, 25 menos.
Las provincias con más violencia son Guayas (35 casos), Los Ríos (16), El Oro (13), Manabí (11), Santa Elena (9) y Pichincha (8) y el promedio de edad de las víctimas es de 32 años.
Entre las estadísticas resalta que el 62 por ciento de los feminicidios se cometieron con armas de fuego, artefactos que el presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, decidió autorizar su porte y tenencia como medida contra la inseguridad.
De acuerdo con Aldea, hasta el 30 de abril hubo en el país 64 casos de este tipo de muertes violentas por sistemas criminales, es decir, que las mujeres fueron tomadas como botín, venganza o para enviar un mensaje entre organizaciones delincuenciales.
Como consecuencia de los homicidios, 80 hijos quedaron huérfanos.
El incumplimiento por parte del Estado resultó más evidente en 16 casos en que las víctimas reportaron la violencia a las autoridades y estas no impidieron sus muertes.
En resumen, una mujer es víctima de femicidio en Ecuador cada 23 horas, insistió la organización que lidera una alianza para el monitoreo de esos sucesos en el territorio nacional.
Hasta ahora 2022 ha sido el año más violento para las mujeres del país con 332 hechos, mientras activistas y la sociedad en general reclama al Gobierno acciones efectivas para frenar esa problemática.
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