Consumada la obtención del título, cuatro jornadas antes de concluir el calendario de LaLiga, cientos de aficionados culés se volcaron hacia Canaletas, habitual sitio de festejos por los triunfos y cetros logrados por el club blaugrana.
Una noche redonda, en la cual brillaron particularmente un Pedri, que jugó como en el salón de su casa; un Alejandro Balde, que desnudó al lateral rival Óscar Gil y el punta Lewandowski, que apareció para empujar dos balones que borraron del partido a un Espanyol irreconocible, pese a maquillar el marcador con dos goles, cuando ya todo estaba decidido.
Mazazo doble para los los anfitriones en el RCDE Stadium, pues además de ver coronarse campeones a sus archirrivales azulgranas —aunque jugaron con los colores de la senyera, amarillo y rojo—, ven aun más reducidas sus posibilidades de evitar el descenso a la segunda división, cuando le restan partidos ante Rayo Vallecano, Atlético de Madrid, Valencia y Almería.
El técnico culé Xavi Hernández, duramente criticado por la prensa madrileña debido a los descalabros del equipo en lides europeas, se mostró exultante ante los medios: «Sensación magnífica. Trabajo bien hecho. Esto empezó en julio. Diez meses de trabajo, sacrificio. Se lo merece la afición, el club. Nos da estabilidad y seguridad de que lo estamos haciendo bien».
El también exjugador barcelonés y titular mundial y doble europeo con La Roja añadió: «Hemos rubricado LaLiga con un partido fantástico. Hemos estado brillantes. El equipo se ha relajado al final y ellos (los del Espanyol) han tirado de orgullo. Hemos ganado LaLiga en un derbi, que no es normal. Era un escenario de guion y lo hemos hablado antes del partido».
Por su parte, el uruguayo Ronald Araújo, un portento como defensa central en la actual temporada, se mostró feliz con el título, pero crítico pese a las importantes bajas sufridas en algunos tramos del año: «No hay excusas porque poseemos un gran equipo. Tenemos que corregir, sobre todo en Europa. Es importante competir también allí».
La nota negativa de la noche barcelonesa la pusieron decenas de ultras seguidores del Espanyol, quienes invadieron la grama del estadio, apenas cinco minutos después del pitazo final y mientras los jugadores culés celebraban el título con el tradicional rondo en el campo.
«Vergüenza absoluta» y «Vergüenza mundial», tituló el diario As en su portada digital, mientras otro rotativo madrileño, Marca, lo describió como «Invasión de ultras para echar al Barcelona del césped mientras celebraba el título de campeón».
L’Équipe titula «Le Barça au 27e ciel» (El Barça en el cielo 27) y critica que parte de los seguidores del Espanyol truncaran el festejo de los jugadores culés.
Mientras periodistas de la prestigiosa cadena ESPN escribieron en sus cuentas de Twitter: «Pésimas imágenes en Cornellà», «No los dejaron festejar: mientras los jugadores del Barcelona celebraban la consagración (…) hinchas periquitos invadieron (la grama)».
npg/jcm