Según manifestó el alto diplomático este domingo a la agencia de noticias TASS, “aún no se ha discutido el problema de invitar a la parte rusa a los eventos que se organizarán durante la presidencia noruega, lo que representas una violación de sus derechos como estado miembro”.
Anteriormente, Rusia pasó a Noruega la presidencia de la organización. «Ahora el futuro del Consejo Ártico depende totalmente de la presidencia noruega y del apoyo a los planteamientos colectivos, en los que siempre se ha basado el trabajo del Consejo, por parte del resto de sus países miembros», dijo Korchunov.
Moscú alineará su posición en el Consejo Ártico en función de la evolución de los acontecimientos y basándose en la necesidad de respetar los intereses rusos, explicó el diplomático.
«En medio del debilitamiento del papel y la reducción de la eficacia del Consejo Ártico, provocados por nuestros socios occidentales, ya estamos participando en un diálogo activo sobre la agenda ártica en diversos formatos con otros países y organizaciones”, agregó.
Dado que Rusia es el mayor país ártico, y que el mandato del Consejo Ártico incluye una gama limitada de áreas de interacción, partiremos de la naturaleza multivectorial de nuestra política exterior y desarrollaremos la cooperación en el Ártico con socios constructivos, subrayó Korchunov.
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