En diálogo con Prensa Latina, el director adjunto para América Latina de la organización mencionó el agua, el saneamiento, la salud, la energía y el transporte entre los sectores de cooperación.
Desde 2016 la AFD trabaja en Cuba por mandato del gobierno francés, a partir de intereses locales que abarcan la llamada transición verde, es decir iniciativas con la visión de luchar contra el cambio climático, y otras de beneficio socioeconómico, explicó.
De acuerdo con Humen, en estos años de labor conjunta con autoridades locales, el portafolio de operaciones asciende a 280 millones de euros, incluyendo unos 40 millones de donativos y subvenciones.
Los proyectos marchan en diversos niveles de ejecución, y además de los fondos del Estado francés, involucramos recursos de la Unión Europea (UE), a partir de sus mecanismos de financiación, abundó.
Una de esas acciones tiene que ver con la ampliación de la capacidad de producir la vacuna contra la meningitis en el Instituto Finlay, en beneficio de la población cubana y de países africanos, donde la distribución correrá a cargo de la Organización Mundial de la Salud y Unicef.
Al respecto, Humen destacó una financiación acordada en 2021 por cinco años y más de 30 millones de euros, ocho millones aportados por la UE.
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