Un aviso de la comisión arancelaria y aduanera del Consejo de Estado (Gabinete) precisó que la medida entrará en vigor el 2 de junio con algunas importaciones de Filipinas.
Ese mismo día Manila concluirá el proceso de ratificación del convenio y significará la completa implementación del RCEP entre todos sus socios.
El pacto se activó el 1 de enero de 2022 con la participación de 10 miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Brunéi, Cambodia, Filipinas, Indonesia, Laos, Malasia, Myanmar, Singapur, Tailandia y Vietnam) Australia, China, Corea del Sur, Japón y Nueva Zelanda.
Busca revolucionar el comercio y la cooperación con la gradual reducción de aranceles sobre los bienes, está llamado a convertirse en la mayor área de libre comercio del planeta, sus integrantes totalizan más de dos mil millones de habitantes y aportan en conjunto cerca del 33 por ciento de la Producto Interno Bruto mundial.
Su objetivo también es simplificar la burocracia en los intercambios mercantiles entre los socios, pero analistas auguran que será un catalizador de la recuperación tras la pandemia de Covid-19 y transformará a la zona en centro de la economía global.
De hecho, algunas voces prevén que al lado de la RCEP parecerán pequeños otros bloques regionales como el de Estados Unidos-México-Canadá y la Unión Europea, mientras destacan el empeño de los 15 integrantes por liberalizar el comercio en el orbe y en sortear las políticas proteccionistas.
El poderío del acuerdo pudo ser aún mayor, pero a la hora de firmarlo (noviembre de 2020), la India se rehusó alegando que no garantizaba una balanza comercial equilibrada. Nueva Delhi, además, exigía un mayor acceso al mercado de bienes y servicios, y la protección de sus compañías contra prácticas desleales.
El otro gran ausente es Estados Unidos, que se retiró de las negociaciones poco después de asumir la presidencia Donald Trump (2017-2021), en uno de los primeros pasos de su polémica política de America First.
Según analistas, si bien los beneficios del RCEP no se verán desde un principio, sí será una conveniente “vacuna” para las economías miembros, afectadas en mayor o menor grado por la pandemia de Covid-19.
Algunos no descartan que el presidente Joe Biden reconsidere la decisión de su antecesor y en algún momento lleve a Estados Unidos de vuelta a la mesa de negociaciones. Y otro tanto pudiera hacer la India.
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