Loonkiito, tenía 19 años y fue descrito como frágil por el Servicio de Vida Silvestre, quienes informaron que el felino salió del parque nacional de Amboseli a una aldea en busca de comida el jueves por la noche y fue aniquilado por unos pastores.
El asesinato del león, que se suma al de otros seis del mismo parque nacional atravesados con lanzas por los pobladores después de matar 11 cabras en el área de Mbirikani, condado de Kajiado, disparó las alarmas entre los conservacionistas, quienes alertaron sobre la escalada del conflicto entre humanos y vida silvestre.
Tennyson Williams, director regional para África de la Sociedad Mundial para la Protección de los Animales, dijo que la pérdida de hábitat y el cambio climático amenazan la cantidad de leones en la naturaleza y que su futuro parece sombrío.
Por su parte, el grupo Lion Guardians que trabaja para conservar la población de esa especie en Amboseli, explicaron que el final de una sequía está habitualmente marcado por un repunte del conflicto entre humanos y leones, ya que las presas salvajes se vuelven más difíciles de cazar y los leones desesperados aparecen para comerse el ganado.
La conservacionista de la vida silvestre y directora ejecutiva de WildlifeDirect, Paula Kahumbu, expresó que le dolía la muerte de Loonkiito, considerado un símbolo de resiliencia y coexistencia y pidió medidas para proteger la vida silvestre en el país.
El promedio de vida de un león en libertad es de unos 13 años, pero pueden vivir mucho más en cautiverio.
El gobierno keniano y los grupos conservacionistas tienen un programa de compensación para los pastores cuyo ganado es asesinado por animales salvajes, pero los hombres se han vuelto más protectores después de perder ganado por la sequía, calificada como la peor en décadas en la región de África Oriental.
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