La publicación citó declaraciones de la ministra de Planificación y Desarrollo, Pennelope Beckles-Robinson, quien destacó que el vasto potencial de los vientos en las áreas marinas del territorio caribeño ofrece una oportunidad única para apuntar a una fuente limpia y prácticamente ilimitada.
Sin embargo, añadió la titular, para adoptar plenamente este potencial debemos realizar nuestras evaluaciones precisas de los recursos eólicos.
Beckles-Robinson se pronunció de ese modo durante la presentación este miércoles del informe Establecer el camino para la generación de energía eólica en Trinidad y Tobago, el cual es una colaboración entre la Cámara de Energía, el Gobierno y la Unión Europea.
Según el reporte, se espera que para 2035 estén disponibles aproximadamente 2,75 gigavatios de energía eólica terrestre y 32 gigavatios de marina.
Esto puede contribuir a reducir la dependencia del país de los combustibles fósiles y acelerar la reducción de sus emisiones de gases de efecto invernadero más allá de los niveles comprometidos en la contribución prevista a nivel nacional, añadió el texto.
Como parte del informe se recomienda iniciar la campaña de medición de viento en tierra en las costas este y sureste y en el área de Orange Field, en tanto se sugiere comenzar los cálculos en alta mar en las zonas de Galeota y Crown Point.
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