Durante los debates de una cumbre entre todas esas naciones, el mandatario propuso mantener el apoyo inequívoco, la solidaridad y asistencia ante asuntos concernientes a la soberanía, independencia y dignidad nacional.
Sugirió impulsar más la cooperación en el contexto del proyecto chino de la Franja y la Ruta de la Seda, liberar por completo el potencial de terrenos como el comercio, capacidad industrial, energía y transporte, así como aprovechar las oportunidades para colaborar en finanzas, agricultura, reducción de pobreza, salud e innovación digital.
Xi urgió a mantenerse firmes cualquier intento de injerencia extranjera en asuntos domésticos o por instigar revoluciones de colores, combatir con la tolerancia cero al terrorismo, separatismo y extremismo, y eliminar juntos cualquier amenaza a la seguridad regional.
Planteó ampliar los intercambios pueblo a pueblo, compartir más las experiencias en gobernanza y fomentar el conocimiento mutuo.
Por otro lado, el dignatario aseguró que China dará facilidades para el comercio y las inversiones con esas cinco naciones, aumentará el transporte de carga y respaldará la ampliación de infraestructura vial, ferroviaria, aérea y portuaria.
Abogó por establecer una asociación China-Asia Central de desarrollo de energía, acelerar la construcción del tramo D del gasoducto entre las partes y abrir un laboratorio conjunto sobre agricultura en suelos salino-alcalinos.
Entre otras cuestiones, Xi hizo público el aporte de fondos para iniciativas de cooperación con Kazajastán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán.
Tras las deliberaciones, los presidentes anunciaron el establecimiento de un mecanismo de reuniones entre ellos y posteriormente dialogaron con la prensa acreditada a la cita, que sesionó desde ayer en la ciudad noroccidental de Xi´an.
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