Según se divulgó, no se espera que la preparación se lleve a cabo en territorio estadounidense, sino en Europa, aunque sí involucraría a personal del país norteño.
También se prevé que la capacitación comience en las próximas semanas y tarde varios meses en completarse, de acuerdo con las declaraciones de un funcionario que en condición de anonimato habló con la cadena CNN.
“A medida que se realice la preparación en los meses venideros, la coalición de naciones que participan en este esfuerzo decidirá cuándo proporcionar aviones, cuántos y quién los suministrará”, añadió la fuente.
La información la habría compartido el mandatario estadounidense al resto de los líderes participantes en la Cumbre del G7, que tiene lugar desde hoy y hasta el próximo 21 de mayo en Hiroshima, Japón. Integran el grupo el país anfitrión, Francia, Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Italia y Alemania.
El funcionario agregó que hasta la fecha, Washington y sus aliados y socios se han centrado en facilitar a Kiev la gran mayoría de los sistemas, armas y entrenamiento que el presidente Vladimir Zelensky alega requerir para llevar a cabo operaciones ofensivas.
En marzo, continuó el reporte, Estados Unidos recibió a dos pilotos ucranianos en una base militar en Arizona, para evaluar sus habilidades en simuladores de vuelo y determinar cuánto tiempo necesitarían para aprender a volar aviones militares, incluidos los F-16, que Biden afirmó antes que no enviaría a la zona de conflicto.
Los amplios suministros bélicos facilitados por la nación norteña a Ucrania alargan el conflicto de ese país con Rusia, y acrecientan el sufrimiento de la población involucrada, señalan continuamente analistas.
Además, el propio secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, reconoció que su país no puede seguir el rastro del armamento suministrado, mientras se estima que menos del 30 por ciento de lo enviado llega a su destino, según un documental de la cadena CBS, a la postre censurado.
También, persiste el escrutinio sobre Washington por no proponer a sumarse a ningún plan de paz propuesto para acabar con el conflicto, como el presentado por China, lo que pone en evidencia sus ambiciones belicistas.
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