El Sumo Pontífice, manifestó este domingo ante miles de fieles congregados en la Plaza San Pedro, tras concluir el rezo de la oración pascual Regina Caeli, que “es triste pero, un mes después del estallido de violencia en Sudán, la situación sigue siendo grave”.
“Al alentar los acuerdos parciales alcanzados hasta ahora, renuevo mi sentido llamado a que depongan las armas, y pido a la comunidad internacional que no escatime esfuerzos para hacer prevalecer el diálogo y aliviar el sufrimiento de la población”, añadió el Obispo de Roma”.
«Por favor, no nos acostumbremos a los conflictos y la violencia. ¡No nos acostumbremos a la guerra!», enfatizó el Papa.
En esa nación africana fueron reportados este fin de semana nuevos combates, principalmente en Jartum, su capital, horas después de anunciarse una tregua de una semana que debe comenzar el lunes, aceptada por el ejército y los paramilitares sudaneses.
Esta vez, los bandos llegaron a un acuerdo por siete días, que debe entrar en vigor en la noche de mañana, el cual se logró tras dos semanas de negociaciones, con la mediación de Estados Unidos y Arabia Saudita.
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