De adoptarse, como se espera, quedarán atrás por amplio margen los 295 mil millones de euros de la etapa precedente.
Según el Gobierno, los objetivos del nuevo presupuesto son modernizar el ejército, incluyendo el tema de la «disuasión nuclear», mejorar la atención a las tropas y potenciar componentes como el espacial, el submarino y el ciberespacio.
El ministro de Defensa Sébastien Lecornu resaltó la nueva Ley de Programación Militar, un presupuesto que consideró sin excesos y fisuras.
Desde la oposición abundan reclamos sobre los nuevos gastos previstos, en particular la doctrina militar oficialista, con críticas de los comunistas a la cuestión nuclear y de los insumisos a la presencia en la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
jf/wmr