En un comunicado a propósito del viaje, el Ministerio de Europa y Asuntos Extranjeros de Francia lo enmarcó en el reforzamiento de las relaciones bilaterales y en el interés de impulsar los acuerdos del Tratado de Quirinal (2021) para estrechar los vínculos, mecanismo que entró en vigor el 1 de febrero de este año.
Sin embargo, subyace el diferendo desatado por el ministro del Interior Gérald Darmanin, quien acusó a la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, de ser “incapaz de resolver los problemas migratorios” en el Mediterráneo central, lo cual se traduce en la entrada ilegal a suelo galo de miles de personas, incluyendo a menores de edad.
El ministro del Interior fue aún más allá, con su comentario de que Meloni es como Marine Le Pen, la líder de la extrema derecha francesa, declaraciones que generaron la reacción de Roma, que canceló la visita de Tajani y exigió una disculpa.
Esta semana, Colonna había negado la existencia de una crisis París-Roma y abordado su viaje al vecino país por invitación de su homólogo.
Deseamos mejorar la cooperación con Italia para frenar el flujo ilegal de personas, en el marco de una política europea, y tenemos intereses comunes, como el asunto de la prevención, dijo el martes al canal France 2.
Según la Cancillería, el tema de la emigración en el Mediterráneo estará en la agenda de los encuentros, aunque lo citó al final de una lista que reflejó primero el apoyo a Ucrania en el conflicto con Rusia y la preparación de la cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, prevista el 11 y 12 de julio en Vilna.
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