Choques entre la Policía y los serbios, grupo mayoritario en el norte de ese territorio que se proclamó independiente de forma unilateral en 2008, dejaron hasta ahora un saldo de al menos 10 personas con lesiones leves, atendidas en centros de salud por la inhalación de productos químicos o por contusiones.
Numerosos blindados de la Policía se enfrentan en la localidad de Leposavic a los manifestantes que bloquean con camiones una carretera de acceso al Ayuntamiento, mientras en las cercanías se encuentran vehículos de la misión europea EULEX y de la fuerza KFOR de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de acuerdo con reportes de la prensa local.
Horas antes el presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, ordenó aumentar el nivel de alerta del Ejército al máximo y su movimiento hacia la zona limítrofe con Kosovo, mientras el ministro de Defensa, Milos Vucevic, acusó al primer ministro de Kosovo, Albin Kurti, de practicar el terror contra la comunidad serbokosovar.
Belgrado lleva semanas advirtiendo de ello a la comunidad internacional, alertó Vucevic.
Los serbios del norte de Kosovo no reconocen la autoridad de los alcaldes, electos en unos comicios organizadas por Pristina y exigen que se les dote de cierta autonomía, algo acordado bajo mediación de la Unión Europea (UE) 10 años atrás.
Ambas partes terminaron sin acuerdos concretos en días recientes, y después de 12 horas de negociaciones en Ocrida, Macedonia del Norte, una ronda de diálogos sobre un plan propuesto por la UE.
Entonces Vucic dijo que solo se acordó con el líder kosovar, Albin Kurti, un procedimiento de implementación y que los puntos del arreglo formarán parte del marco de negociaciones entre Belgrado y Pristina.
Por su parte, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, envió señales mixtas sobre las negociaciones, al indicar que se alcanzó un marco para ejecutar el plan, no así la ruta hacia la normalización de relaciones.
La propuesta europea incluye que Serbia reconocerá los pasaportes, las matrículas de vehículos y los documentos aduaneros de Kosovo, mientras que Pristina garantizará institucionalmente los derechos de los serbios que viven en ese territorio.
Esa antigua provincia serbia, poblada mayoritariamente por albaneses étnicos, proclamó en 2008 su independencia, desconocida por Belgrado y gran parte de la comunidad internacional.
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