La propuesta fue traslada por el canciller ruso, Sergei Lavrov, a su homólogo somalí, Abshir Omar Jama, durante la entrevista que sostuvieron ambos en la capital rusa la víspera, señalan los informes difundidos por la prensa en esta capital.
Lavrov reafirmó la presteza a satisfacer las necesidades materiales del Ejército somalí en su lucha contra los extremistas entre ellos Al Shabaab y su entidad matriz, Al Qaeda, dice el trascendido que se abstiene de identificar la fuente de su información.
El ofrecimiento coincide con lo que medios oficiales aquí califican de la mayor ofensiva de las fuerzas armadas contra los bastiones de Al Shabab, cuyas acciones abarcan todo el país e incluyen ataques a bases militares y atentados dinamiteros contra instalaciones civiles.
Las relaciones entre Somalia y Rusia decayeron al mínimo en 1978 cuando la Unión Soviética apoyo a la vecina Etiopía contra la invasión al desierto del Ogadén por el Ejército de Somalia, gobernada en aquel entonces por el general Mohamed Siad Barre, derrocado años después.
En aquella época no existían los grupos islamistas, originados años después en Irak al abrigo de la agresión militar estadounidense contra el gobierno del presidente Saddam Hussein.
De aquel entonces data la integración en Afganistán de Al Qaeda (La Base, en árabe), encabezada por el millonario saudita de origen yemení Osama Bin Laden uno de cuyos comandos ejecutó a principios de este siglo el devastador ataque contra el World Trade Center de Nueva York.
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