Por Mario Hubert Garrido
Corresponsal jefe en Panamá
Interpelado sobre el tema el ministro de Seguridad, Juan Manuel Pino, niega esa tesis y asevera que “nadie ha hablado de eso” y que la idea “no procede”, en alusión a señalamientos sobre el interés de Washington de movilizar tropas en la selva del Darién, fronteriza con Colombia.
La más reciente revelación la hizo el diario La Estrella de Panamá, que citó artículos del periódico venezolano El Nacional, en los cuales se asegura que altos funcionarios del gobierno de Joe Biden presionan para enviar uniformados al Darién a fin de ayudar a las fuerzas locales a frenar el contrabando de drogas, el tráfico de personas y la migración.
En esta capital, una reciente reunión entre Estados Unidos, Panamá y Colombia tuvo entre sus resultados un plan trilateral de 60 días para enfrentar ese flagelo, según informó la canciller Janaina Tewaney a la prensa acreditada.
La estrategia incluía incluso la creación de zonas de control a distancia para enfrentar bandas criminales y a los traficantes de personas.
En este 2023 es creciente el flujo de viajeros ilegales por la inhóspita zona con rumbo a Estados Unidos, sobre todo en los meses previos al 11 de mayo, fecha en que el Departamento de Estado puso fin al título 42, regla sanitaria impuesta durante la pandemia de Covid-19 que permitía la expulsión de los migrantes irregulares.
Según datos del Servicio Nacional de Migración, solo en enero de pasado cruzaron la jungla 24 mil 634 personas, cuando en igual mes del año pasado fueron cuatro mil 702.
Se considera que el mes más intenso en esos flujos fue abril pasado con el tránsito de 40 mil 297 migrantes irregulares.
Hasta el pasado 23 de mayo cruzaron el Darién 160 mil 353 personas y se espera que la cifra supere los 400 mil antes que concluya este año. En 2022, la cantidad de migrantes que llegaron a Panamá fue de 248 mil 284.
Las autoridades panameñas alertaron que en su mayoría son personas engañadas por grupos criminales, los cuales les prometen traslado desde la frontera colombiana.
En este contexto, el riesgo de cruzar la frontera colombo-panameña con un menor de edad es aún más grande. Durante los primeros cinco meses del año, siete mil 302 niños y adolescentes hicieron la peligrosa ruta.
Como parte de las alternativas para una ruta segura hacia Estados Unidos, ese país planteó incluso establecer centros de procesamiento migratorio a fin de gestionar las solicitudes de los interesados en Colombia y Guatemala.
Organizaciones sociales por su parte criticaron la evidente injerencia de Estados Unidos, so pretexto de enfrentar la migración irregular y el crimen organizado, para lo cual citan la donación este mayo de 63 vehículos todo terreno tipo jeep al Ministerio de Seguridad Pública.
INTERESES ESTRATÉGICOS DE ESTADOS UNIDOS
En declaraciones a La Estrella…, exmiembros de las Fuerzas de Defensa -el mayor Felipe Camargo y el mayor José Trujillo, expertos en inteligencia estratégica-, comentaron que las fuerzas castrenses norteamericanas siempre han estado en el istmo, físicamente o través de la tecnología satelital.
La afirmación de ambos militares retirados surge luego de que se conociera, según información de fuentes de la Casa Blanca y del Departamento de Defensa a la cadena NBC News, de que altos funcionarios de la administración Biden están presionando para que el Pentágono envíe tropas a la selva del Darién.
Para Camargo la frontera de interés de Estados Unidos ya no es la de México, sino las de Panamá y Colombia, y explicó que los grupos de migrantes de Centroamérica son menores a los que vienen del sur y pasan por Panamá, ya sea por el Aeropuerto Internacional de Tocumen o cruzando la inhóspita jungla.
“Cuando los ‘gringos’ filtran una información, es para causar un efecto, eso fue un liqueo; están buscando un efecto en el gobierno de Panamá, para ver qué dice, señaló.
Y no es que vuelvan, agregó; ellos -los gringos- ya están desde hace varios años y gobiernos; con Mireya Moscoso se firmaron pactos y acuerdos “y han ido llegando bajo la excusa del entrenamiento y del apoyo humanitario que tienen con un poco de helicópteros Chinook, que no son más que un batallón de fuerza aerotransportada”, remarcó el exmilitar.
Agregó que el tema es complicado y no precisamente por el asunto migratorio, sino que se trata de los intereses estratégicos de Estados Unidos con China, debido a que si hay un peligro de guerra, la puerta del Pacífico es el Canal de Panamá, la República de Panamá.
Por su parte, Trujillo consideró que se trata de un problema regional. En torno a la presencia aquí de militares estadounidenses, opinó que el istmo es un escudo de defensa continental, y enfatizó que satelital y tecnológicamente controlan el Canal de Panamá.
GASTOS INJUSTIFICADOS
Un estudio de José Didimo, de El Periódico de Panamá, señala que las cuentas totales de las fuerzas de seguridad absorben unos mil 500 millones de dólares anuales del presupuesto del Estado, sin los resultados esperados.
Esos montos deberían ser destinados al respaldo de la labor de la Policía Nacional, el Servicio Nacional de Fronteras, el Servicio Nacional Aeronaval y el Servicio de Protección Institucional, incluyendo el Ministerio de Seguridad.
Toda esa inmensa asignación presupuestaria de ahora, no obstante, no logra resolver los graves problemas de seguridad pública que atraviesa la sociedad panameña, precisa el comunicador.
También cuestiona que la Casa Blanca, con la complacencia del gobierno nacional, cada día insiste en asumir un rol en el que sustituyen a las fuerzas locales de seguridad.
Con el pretexto de enfrentar el crimen organizado y los crecientes flujos migratorios, el Buró Federal de Investigaciones (FBI) tiene presencia en Panamá, la Administración de Control de Drogas (DEA) amplía sus operaciones, y el Comando Sur con sede en Florida despliega fuerzas absolutamente incompatibles con la neutralidad del Canal.
Ello demuestra, según Didimo, que pese a impactos en la confiscación de drogas en lo que va de año- una cifra cercana a las 150 toneladas- que en su inmensa mayoría abastece el mercado estadounidense, las autoridades norteamericanas desconfían de la efectividad de las fuerzas locales y asumen un rol que no les corresponde.
EL CROAN
En marzo de 2021, el coordinador de proyectos y programas de seguridad de la Presidencia de la República, Severino Mejía, fue categórico al exponer sobre el Centro Regional de Operaciones Aeronavales (Croan).
Explicó que surgió como un mecanismo de coordinación interno y externo para enfrentar el crecimiento exponencial del trasiego de drogas por mar y tierra.
Este centro también servirá para búsqueda y rescate, y contrarrestará la pesca ilegal no regulada ni reglamentada, según indicó el funcionario a la prensa.
Aunado a esta consideración, señaló que está la posición geográfica de Panamá y su cercanía con Colombia, mayor productor de cocaína, que utiliza con intensidad el flujo marítimo.
Es por esta razón, agregó, que el Croan se rubrica con el propósito de definir las líneas de acción del proyecto de interdicción marítima, acordado mediante la V Enmienda entre Panamá y Estados Unidos en 2010, que asigna recursos a proyectos de esta magnitud, dotándole de equipos y adiestramiento.
Aclaró que este centro está conformado por miembros de la Fuerza Pública de Panamá (Servicio Nacional Aeronaval, Servicio Nacional de Fronteras y Policía Nacional), sin componentes extranjeros y no será un centro de avanzada operativo de Washington.
Sin embargo, organizaciones sociales confirman que el Croan, con sede en la vertiente pacífica del Canal, fue creado bajo la filosofía y participación del Comando Sur para coordinar el enfrentamiento al narcotráfico internacional y otros delitos transnacionales.
Ante el rechazo desde sectores de izquierda, que ven pisoteada la soberanía del país, y de la derecha, que temen la militarización, el Ejecutivo repite con frecuencia que no habrá extranjeros en la instalación.
Aunque versiones periodísticas señalan a sus principales dirigentes, el viceministro de Seguridad Ivor Pittí y a representantes de la Oficina Internacional de Asistencia Antinarcóticos y Cumplimiento de la Ley y de la Agencia de Administración de Control de Drogas.
Para líderes de organizaciones populares como el coordinador del Frente Nacional por la Defensa de los Derechos Económicos y Sociales (Frenadeso), Jorge Guzmán, el acuerdo suscrito permite que el Croan se convierta de hecho en una base de operaciones militares dirigida por el ejército de Estados Unidos, lo que viola de manera flagrante la soberanía nacional y el ambiguo Tratado de Neutralidad.
arb/GA