FotoPL: Ileana Piñeiro
En diálogo con Prensa Latina, el responsable de Recursos Costeros y Marinos de la cartera, expresó el compromiso de su país con las negociaciones en curso en esta capital para construir un tratado internacional contra la contaminación por plástico.
Los plásticos de un solo uso están causando un daño enorme a nuestras costas y playas, lo que implica un problema para el desarrollo turístico, pero la situación va más allá, a partir de la confirmación por estudios de la presencia de microplásticos en la cadena alimentaria, comentó en esta capital.
De acuerdo con el funcionario, el 80 por ciento de los residuos que llegan a los océanos lo hacen a través de la actividad en tierra, y los peces y las aves terminan consumiendo esos desechos, lo que representa amenazas múltiples, a la salud humana, la biodiversidad y el medioambiente.
Reyes reconoció que hay productos de difícil sustitución, por ejemplo plásticos empleados en el sector de la salud, por lo que el proceso debe ser gradual.
El enfoque propuesto por la República Dominicana es integral, al apostar por criterios como la salida de circulación de algunos tipos de plástico, el reciclaje de otros y el manejo responsable de los desechos.
En marzo del año pasado, la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, celebrada en Nairobi, Kenya, llamó a elaborar un instrumento vinculante contra la contaminación por plástico, iniciativa que muchos países esperan materializar antes de que termine el 2024.
La ciudad uruguaya de Punta del Este acogió a finales del 2022 la primera de las cinco sesiones de negociación previstas, con la segunda organizada por estos días en París por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP).
El viceministro Reyes afirmó que República Dominicana no cruza los brazos ante el desafío, y a la par de su trabajo como parte de la comunidad internacional en la búsqueda de respuestas, adopta sus propias medidas.
Ya el Ministerio de Medio Ambiente emitió la prohibición del uso de plásticos en las áreas protegidas, entre ellos envases y botellas, e hizo lo mismo en las zonas marinas con los globos, que se utilizan para fiestas y cumpleaños, en aras de evitar que al desecharlos sean consumidos por tortugas y otras especies, dañando la biodiversidad, precisó.
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