Esa entidad reveló que el Índice de Gerente de Compras, usado para medir el comportamiento de las operaciones manufactureras, bajó 48,4 por ciento.
Tal indicador cerró abril en 49,2 puntos y de esa manera revirtió las alzas registradas anteriormente en marzo (51,9) y febrero (52,6).
Según el Buró, los datos evidencian que la economía china necesita consolidar sus bases mientras se recupera de un 2022 duro y con lenta expansión del Producto Interno Bruto, por el impacto de las restricciones domésticas vinculadas a la lucha antiCovid-19 y múltiples desafíos externos.
No obstante, destacó la estabilidad en las expectativas del mercado, la producción en áreas como la alta tecnología y bienes de consumo, y el sector no manufacturero.
Las fábricas del gigante asiático sufren la baja demanda global después que los bancos centrales de Estados Unidos, países de Europa y Asia elevaron sus tasas de interés para reducir la inflación.
A lo interno, el consumo se recupera a un ritmo moderado y los economistas sugieren al Gobierno adoptar políticas que contribuyan a un incremento de los ingresos de la población para estimular el nivel de gastos.
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