Es altamente preocupante porque decimos que las mujeres hemos comenzado a incorporarnos de forma masiva al mercado de trabajo, pero nos estamos incorporando a un mercado laboral hostil y violento, indicó la coordinadora del Programa de Justicia Laboral y Económica de Ormusa, Carmen Urquilla
El muestreo de la organización encontró que 57 por ciento de las féminas sufrió alguna forma de acoso sexual al vincularse al trabajo, ya fuera de compañeros de labor, de sus jefes o de clientes en muchas oportunidades.
La pesquisa “Violencia sexual contra las mujeres en el mundo del trabajo”, descubrió que chistes e insinuaciones sexuales, junto con mensajes de contenido erótico, destacan entre las formas de maltrato.
De las trabajadoras entrevistadas, un 34 por ciento dijo que no fue víctima de esas prácticas y un nueve por ciento dijo que “tal vez”.
Las estadísticas revelaron que el abuso sexual laboral proviene en su mayoría de los compañeros de trabajo y de los jefes, con un puntaje del 28,8 por ciento y el 24,5 del asedio, respectivamente.
A estos problemas de la convivencia diaria en los puestos de labor, las féminas sufren además de falta equidad salarial, un menor acceso a la educación y responsabilidades familiares de cuidado.
El estudio encontró que los perpetradores no solo son ofensivos verbalmente o de forma virtual, pues el 47,4 por ciento de las salvadoreñas aseveró que las asedian incluso fuera del trabajo y un 38 por ciento reconoció recibir tocamientos sin consentimiento en público o en privado.
Pese a la existencia de algunas normativas legales que las protegen, son pocas las que denuncian este tipo de agresión y, según el estudio de Ormusa, apenas el 7,1 por ciento de todas las encuestadas denunció la situación pues, según la valoración, hay falta de confianza sobre el actuar de las autoridades que alejan a las mujeres de concurrir a la justicia.
Además las mujeres en el campo en muchos casos desconocen a qué instituciones acercarse, los horarios de atención, y dónde se encuentran ubicadas las entidades para interponer una denuncia.
El acoso sexual llevó al 22,7 por ciento de las integrantes del mal llamado sexo débil a abandonar su plaza laboral, según precisiones.
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