El FSB, por sus siglas en ruso, destacó que mientras se aseguraba la infraestructura nacional de telecomunicaciones, se descubrieron anomalías propias de teléfonos móviles de Apple exclusivamente, acondicionadas por un programa maligno antes desconocido que explota las vulnerabilidades previstas por el fabricante.
Según la denuncia el programa maligno infectó miles de iPhone, entre cuyos usuarios hay nacionales de Rusia y extranjeros, particularmente de países europeos, China, Israel, Siria y naciones de la antigua URSS, cuyos teléfonos estaban en legaciones diplomáticas.
La información preliminar, de acuerdo con el FSB, apunta a que Apple coopera estrechamente con la comunidad de inteligencia estadounidense, incluida la Agencia de Seguridad Nacional. También demuestra que la política declarada de protección de datos personales se divorcia de la realidad.
«La compañía proporciona a los servicios secretos de EEUU un amplio repertorio de oportunidades para controlar a cualquier persona de interés para la Casa Blanca, incluidos los socios en actividades antirrusas y los connacionales», precisó una nota de prensa del FSB.
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