La diplomática, comunicó en el sitio oficial del ente de Relaciones Exteriores de Rusia, que en el año 2021 se había presentado en Kirguistán un proyecto de ley sobre el idioma que provocó críticas entre los residentes del país que no dominan la lengua kirguisa.
Después de eso, recordó Zajárova, se introdujeron puntos adicionales en el proyecto de ley, por ejemplo, sobre garantías para todos los grupos étnicos con el objetivo de que preservaran y desarrollaran su lengua materna.
Sin embargo, el documento no incluía una disposición sobre la prevención de la violación de los derechos y libertades de los ciudadanos sobre la base de la ignorancia del idioma estatal.
Según Zajárova, la versión actual de la ley puede «crear ciertas dificultades”, y Moscú ha señalado repetidamente que esta ley podría afectar negativamente «los derechos de la población no titular, incluidos nuestros compatriotas».
Las autoridades kirguisas «aseguraron que el proyecto de ley no pretende abolir el idioma ruso», dijo la portavoz de la cancillería, y expresó su esperanza de que Bishkek «persiga una política lingüística equilibrada».
La parte rusa espera que la política de Bishkek tenga como objetivo «tanto el desarrollo del idioma kirguís como el apoyo y la promoción del idioma ruso, que tiene un estatus constitucional oficial en Kirguistán y es el idioma de comunicación interétnica en la vasta extensión» del país.
Recordemos que el 31 de mayo, en tercera lectura, los diputados del Parlamento de Kirguistán aprobaron una nueva ley lingüística, que venía siendo discutida desde el año pasado. Oficialmente, se llama «Sobre el idioma estatal de la República Kirguisa».
Según el documento, el idioma kirguís se define como «el idioma de la población titular». Los expertos temen que el cambio de posición del idioma ruso en Kirguistán pueda poner en peligro tanto la medicina como la educación en este país.
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