La rigurosa prueba se aplicará oficialmente entre este miércoles y jueves, con 980 mil estudiantes más que en 2022.
Cada aspirante universitario deberá demostrar sus conocimientos en lengua y literatura china e inglesa, además de matemáticas.
Si bien la actual convocatoria es la primera en tres años desarrollada sin medidas antiCovid-19, las autoridades del sector urgieron a los alumnos a mantener la precaución e higiene porque el país experimenta una oleada de esa enfermedad y hay un creciente número de infectados.
Aparte, en toda China hay disposiciones vigentes para controlar los ruidos, asegurar la transportación, atender emergencias por desastres naturales, las olas de calor u otro tipo de inconvenientes.
Muchas demarcaciones ofrecieron transporte gratuito para trasladar a los jóvenes de los preuniversitarios y algunos centros docentes organizaron actividades en los últimos días con el objetivo de proporcionarles distracción antes del examen.
El gaokao puede durar hasta nueve horas y, según estadísticas, solo tres de cada cinco alumnos lo aprueban.
Por lo general, los días previos, durante y después del proceso lo convierten en la noticia más importante en todos los medios de comunicación en China, pero a la vez genera estrés entre los jóvenes por su exigencia e intensidad.
Sin embargo, el Ministerio de Educación en años recientes puso en vigor medidas como la prohibición a dar publicidad a quienes logren las mejores notas y sanciones severas para las empresas que infrinjan esa disposición.
Además prometió un trato diferenciado a los jóvenes procedentes de zonas rurales y pobres, a fin de que tengan más oportunidades de acceder a estudios superiores.
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