En sitios como la comunidad 50 Casas, el lodo acumulado en las calles se mezcla con las aguas de alcantarillas y pozos sépticos, reportó el canal Ecuavisa.
Ya el olor no se aguanta, dijo a ese medio una residente en el mencionado barrio.
Los damnificados limpian sus predios e intentan recuperar parte de sus pertenencias luego de que seis ríos se desbordaran el pasado domingo en la provincia tras 12 horas continuas de precipitaciones.
En la zona hay niños que comienzan a presentar malestares estomacales y alergias, advirtieron los vecinos.
Por su parte, el personal sanitario de la prefectura de Esmeraldas y del Ministerio de Salud Pública colocan vacunas antitetánicas a quienes sufrieron heridas con objetos oxidados.
El gobierno de la provincia de Pichincha envió a la zona del desastre 20 profesionales de la salud, integrantes del programa Pichincha Humana, y también dispuso el traslado de maquinaria para las labores de limpieza.
Instituciones públicas y privadas de Ecuador acopian donaciones para enviarlas a los afectados.
Varios esmeraldeños reclamaron al presidente Guillermo Lasso por la falta de ayuda tras las inundaciones.
La prensa local informó que este miércoles comenzaron a entregar 750 raciones alimenticias a las familias, aunque el número de personas afectadas subió a 14 mil 870, según cifras oficiales.
Esmeraldas vive una tragedia, que se suma a los problemas ya existentes allí de pobreza e inseguridad.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Censos, el 50,2 por ciento de la población de esa provincia está en situación de pobreza, pues uno de cada dos habitantes vive con menos de 2,96 dólares al día.
jha/avr