La mandataria estará aquí durante seis días y según lo previsto sostendrá conversaciones con su homólogo anfitrión, Xi Jinping, entre el lunes y martes próximo.
El viaje ocurre a casi tres meses de que Tegucigalpa formalizara vínculos con Beijing y rompiera más de 80 años de lazos con Taiwán, que ahora cuenta solo con el reconocimiento de 13 países en el mundo.
Ella misma destacó la importancia de esta visita para expandir “nuevos horizontes políticos, técnicos, comerciales y culturales” de Honduras, mientras su Gobierno mencionó la firma de “convenios estratégicos y temáticos de cooperación” con China.
Recientemente, el canciller del estado centroamericano, Eduardo Enrique Reina, se refirió a las negociaciones para iniciar un Tratado de Libre Comercio, el cual permitirá la entrada de camarones, banana, melón, tabaco y carne bovina al mercado chino.
Al establecer relaciones bilaterales con Tegucigalpa, el gigante asiático aseguró estar listo para desarrollarlos sobre la base de la igualdad y el respeto mutuo.
También negó rumores que relacionaron dicho paso con la compra de la deuda soberana por dos mil 500 millones de dólares del país centroamericano.
La comunidad internacional aprobó con 170 votos una resolución en 1971 que considera a la República Popular China el único representante legítimo ante las Naciones Unidas y reconoce a la isla de Taiwán como parte inalienable de esa nación asiática.
Para avanzar hacia la completa reunificación del territorio nacional, Beijing defiende también la política de Un país, dos sistemas, aplicado en las regiones administrativas de Hong Kong y Macao.
Sin embargo, los dirigentes taiwaneses se niegan a aceptar ese estatus.
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