Damasco rechaza este acto hostil que causó enormes pérdidas materiales y daños a la población civil, afirmó el Ministerio de Asuntos Exteriores por medio de un comunicado.
Consideró que se trata de un acto terrorista cometido por el régimen ucraniano y constituye una continuación de sus acciones temerarias y una escalada de sus protectores atlánticos en su guerra contra Moscú.
El texto ratifica la plena solidaridad con Rusia en su enfrentamiento a la agresión atlántica e instó la comunidad internacional a actuar con contundencia para frenar tales acciones agresivas, que constituyen una grave amenaza para la paz y la seguridad en el mundo.
El ataque a la hidroeléctrica de Kajovka ocurrió el martes último y causó rupturas en la represa e inundaciones masivas a ambos lados del río Dniéper, lo cual provocó evacuaciones a gran escala en la zona.
El presidente ruso, Vladímir Putin, calificó el ataque como una acción bárbara y «una apuesta peligrosa en la escalada de las hostilidades».
Asimismo, acusó a Kiev de cometer crímenes de guerra, utilizar abiertamente métodos terroristas y organizar sabotajes en territorio ruso.
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