El eminente científico Agustín Lage, asesor del grupo empresarial BioCubaFarma, disertó sobre las condiciones sanitarias en Cuba antes del triunfo del proceso revolucionario en 1959 y los resultados que se pueden exhibir en términos de cantidad de médicos, hospitales y consultas.
Lage aludió también a las perspectivas de la investigación en varias áreas y de la vacuna meningococcica, y de lo que significó para la isla.
También abordó la producción de otras vacunas y anticuerpos monoclonales, y de operaciones exitosas.
Los presentes conocieron cómo una pequeña isla, que enfrenta un férreo bloqueo de más de seis décadas por parte de Estados Unidos, y con pocos recursos, demuestra una alta capacidad en el desarrollo de la ciencia aplicada a la salud humana.
Tal fenómeno no es un resultado fortuito, sino un proceso lógico e intencional, para el bienestar tangible de su pueblo.
Resultan muchos años de esfuerzo y voluntad, apostando por la capacidad de sus científicos y trabajadores de la salud, laborando juntos por el bien social.
El 1 de julio de 1965 se creó el Centro Nacional de Investigación Científica (CNIC), que se convirtió en el primer centro científico multidisciplinario creado por la revolución.
Compuesto por más de 30 instituciones, BioCubaFarma constituye el principal grupo empresarial del sector biofarmacéutico cubano.
Su estructura, que incluye centros de ciclo cerrado, posibilita la generación de ideas para la creación de productos innovadores, su desarrollo, producción y comercialización.
Lo anterior para potenciar además la formación de jóvenes profesionales a través de sus programas académicos y de su estrecha colaboración con los ministerios de Salud Pública y de Educación.
Según el programa, en este segundo día de sesiones del foro participan, además, el director del Centro Fidel Castro Ruz, René González; y Fernando González, presidente del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos.
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