El referido número de municipalidades realiza planes para instalar fábricas de plantas de paneles fotovoltaicos, estaciones de biogas o quemadores de biomasa para lograr la producción de energía propia en los próximos tres años, señaló Radio Praga Internacional.
Al igual que el resto de la Unión Europea (UE), la República Checa esta sometida a los rigores del acuerdo de ese bloque para reducir al mínimo el empleo de carburantes como energéticos, aún cuando las condiciones para lograr ese empeño se consideran aquí prematuras.
El 40 por ciento de las ciudades de esta nación, sin embargo, considera casi imposible cumplir con los planes, en medio de una carencia de legislaciones en ese ámbito en forma de enmiendas para el Acta de Energía Comunitaria, vigente a nivel nacional.
La aplicación de condiciones para la llamada economía verde en Europa, antes de lanzar el presidente Vladimir Putin una operación bélica en Ucrania para proteger la población de la región del Donbás, forzaron el alza de los energéticos en la región.
A ello se sumó el efecto bumerán de las medidas punitivas unilaterales aplicadas por potencias occidentales contra Rusia, incluido el boicot a la compra de hidrocarburos a ese país, que disparó la tarifa de electricidad y provocó una alta inflación en estados europeos.
En medio de la citada crisis, las autoridades de varias naciones de la UE demandaron a sus ciudadanos acelerar el paso al proceso de máximo empleo de energías renovables, explicó la prensa capitalina.
Así, esta nación prevé pasar de una producción de electricidad mediante fuentes renovables de 15 por ciento en 2019 a un 22, en 2030, destaca un informe sobre uso de energía solar de esta nación.
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